¿QUIÉN ERA SAN BLAS?

Según la tradición, San Blas era famoso por sus dones de curación milagrosa, que aplicaba tanto a personas como a animales. Se dice que salvó la vida de un niño que se estaba ahogando con una espina de pescado atascada en su garganta, lo que habría dado origen a la costumbre de bendecir las gargantas el día de su fiesta, el 3 de febrero.

Se cuenta que los animales enfermos se acercaban a él para ser curados, pero respetaban su tiempo de oración y no lo molestaban.

Durante la última persecución romana en Sebaste, Blas fue capturado mientras oraba en una cueva. A pesar de los intentos del gobernador Agrícola de hacer que renunciara a su fe, Blas se mantuvo firme y sanó a algunos de los prisioneros en la cárcel. Finalmente, fue arrojado a un lago para ahogarse, pero milagrosamente se mantuvo a flote sobre la superficie del agua. Invitó a sus perseguidores a caminar sobre las aguas, pero todos se ahogaron. Luego fue torturado y finalmente decapitado.

Aunque las Actas de San Blas carecen de consistencia histórica según el Diccionario de los Santos, su culto se extendió por toda la iglesia. Es una costumbre popular invocar su ayuda para remediar problemas de garganta. En las celebraciones de su fiesta, se utiliza un candelabro con dos velas cruzadas y se bendicen las gargantas de los fieles. También se representa a menudo en el arte cristiano como un obispo con una cruz y una garganta bendecida.

Candelabro con dos velas cruzadas, utilizado en la celebración de la bendición de las gargantas en la festividad de San Blas

LAS FIESTAS EN HONOR A SAN BLAS

Las fiestas en honor a San Blas tienen una larga tradición en muchos lugares del mundo, y se remontan a la época medieval. San Blas fue un obispo armenio que vivió en el siglo IV y es venerado como santo por la Iglesia Católica y la Iglesia Ortodoxa. Según la tradición, San Blas es el patrón de los enfermos de garganta, y se le invoca para proteger la salud de las personas afectadas por enfermedades de la garganta y las vías respiratorias.

Icono ruso del siglo xvii, que representa a Blas de Sebaste.

La celebración de las fiestas en honor a San Blas se ha extendido por muchos lugares del mundo, especialmente en España y en algunos países de América Latina. En cada lugar, las fiestas tienen sus propias particularidades y tradiciones, pero todas ellas comparten el objetivo de honrar al santo y pedir su intercesión en favor de la salud de los fieles.

San Blas, pintado por Hans Memling en 1491. Situado anteriormente en la Catedral de Lübeck, ahora se encuentra en el Museo de St. Annen en Lübeck, Alemania.

En el caso específico de las fiestas en honor a San Blas de Monzalbarba, en la provincia de Zaragoza, España, se cree que se remontan al siglo XVIII. La subasta de banzos, que es una de las tradiciones más características de las fiestas, se inició como una forma de recaudar fondos para la iglesia local.

A lo largo de los siglos, las fiestas en honor a San Blas han ido evolucionando y adaptándose a los cambios sociales y culturales, pero su esencia se ha mantenido intacta: honrar al santo y pedir su protección y ayuda para la salud de las personas.

Estas fiestas son una celebración tradicional que tiene lugar cada año en la localidad de Monzalbarba. La festividad se celebra el 3 de febrero en honor a San Blas, santo patrón de los enfermos de garganta.

Durante la festividad, se realizan diversos actos religiosos, como una procesión con la imagen de San Blas por las calles del pueblo, una misa en su honor y la bendición de las gargantas de los fieles. También se llevan a cabo actividades culturales y festivas, como conciertos, verbenas, actuaciones teatrales y actividades para niños.

Antiguamente, existía la tradición de la «subasta de banzos«, que consistía en la venta pública de panes elaborados con formas especiales. Estos panes tenían formas de animales y objetos simbólicos, como rosas, corazones, cruces y espigas, y se subastaban al mejor postor. La subasta de banzos era una tradición que se remonta a hace más de 200 años y se cree que se originó como una forma de recaudar fondos para la iglesia local. Por desgracia, esta tradición se ha perdido con los años.

Pan con forma de espiga

Otro elemento importante de la tradición, que por desgracia, también se ha perdido, es la celebración de la «Cena de San Blas«, que se lleva a cabo la noche anterior a la festividad. En esta cena, se servía un menú tradicional que incluye sopa de ajo, migas y otros platos típicos de la gastronomía aragonesa.

En definitiva, las fiestas en honor a San Blas de Monzalbarba son una celebración arraigada en la cultura popular de la zona, que combina elementos religiosos y festivos y que atrae cada año a numerosos visitantes.